PALABRA PATATA

Surge del cruce entre el término quechua papa y de batata, palabra originaria de la isla La Española.

EN JAIPUR

EN JAIPUR
INDIA

TRADUCTOR

ENSALADA DE PATATA CON SALMÓN AHUMADO

Ingredientes:
12 patatas pequeñas
4 lonchas de salmón ahumado
2 cucharadas de cebolla picada
2 huevos
4 cucharadas de mayonesa
sal
Preparación:
Lava las patatas y ponlas a cocer en agua salada durante 20 minutos. Una vez cocidas, retiralas y córtalas en rodajas. Aparte, llena una olla con agua y pon a cocer los huevos durante 15 minutos. Una vez cocidos, pelalos y picalos.
En un cuenco mezcla todos los ingredientes menos el salmón. Corta el salmón en tiras delgadas.
Para servir reparte un poco de mezcla de patatas con trozos de salmón ahumado

EN Bs As

EN Bs As
SR PATATA

PATATAS BRAVAS CUADRADAS

Ingredientes:
4 patatas grandes, aceite de oliva, 100 g. de sobrasada, sal, 500 g. de tomate triturado, dos dientes de ajo, media cebolla, una cucharada de pimentón dulce, dos cucharadas de tabasco, unas gotas de vinagre de Jerez, pimienta negra molida y una cucharada de azúcar.
ELABORACIÓN:
En una cacerola al fuego con un chorro de aceite de oliva, pochar el ajo y la cebolla picada. Cuando esté transparente la cebolla, rehogar con el pimentón. Después, añadir el tomate y dejar cocer a fuego lento durante 20 minutos y salpimentar. Por último añadir el tabasco, el vinagre y el azúcar. Dejar cocer cinco minutos más, triturar y colar. A continuación, pelar las patatas y sacar cuadrados de 5 cm aproximadamente. Con la ayuda de un sacabocados hacer un hueco en el interior de los cuadrados, lavar y secar bien. Poner una sartén con abundante aceite de oliva, pochar las patatas y cuando estén blandas sacar y dejar calentar al aceite. Freir las patatas hasta que queden crujientes, sazonar. Colocar la sobrasada en una manga pastelera con la boquilla fina y rellenar el interior de las patatas. Servir acompañadas con la salsa brava.

PATATA SPUNTA

PATATA SPUNTA
TRADICIONAL PATATA QUE SE SEMBRABA EN EL PAÍS VASCO

martes, 11 de noviembre de 2014

PATATA ALAVESA

"EL CORREO" 11 NOV 2014 PATATA ALAVESA

http://www.elcorreo.com/alava/araba/201411/10/cocineros-alaveses-promueven-consumo-20141110151047.html

Presentación de la publicación “Patata de Álava: en la variedad está el gusto”. Se trata de una guía divulgativa en la que se describen las variedades más extendidas en nuestra provincia
–Monalisa, Spunta y Agria–,
                                       y otros tipos que han sido recuperados por NEIKER como
Jesús, Leire, Zorba, Maika y Nerea.

La publicación 'Patata de Álava: en la variedad está el gusto' es una guía divulgativa en la que se describen las variedades más extendidas en Álava. Además, se incluye una ficha técnica en la que se destacan las propiedades culinarias de cada una de ellas y una receta elaborada por el Basque Culinary Center que potencia el valor gastronómico de cada una de las variedades.

EN LA WEB NO DICEN:
a) QUE EL REPORTERO ES PACO GÓNGORA.
b) QUE EN EL AÑO 1933 SE CREA EN ITURRIETA LA "ESTACIÓN DE MEJORA DE LA PATATA"
d)  NO CITA LAS VARIEDADES   GARRATZA,
                                                  ROSEVAL,
                                                  KENEBEC NI
                                                  VIOLETA
e) ÚLTIMAS PATENTES:
               LEIRE,
               NEREA
               HARANA,
               IKERENE,
               MOREA
               MIREN  Y
               VIOLETA
f) EN ALEMANIA PARA FRITURA SE UTILIZAN LA VARIEDADES
               NAGORE Y
               ZORBA

domingo, 16 de marzo de 2014

PATATA NAGORE

Presentan una forma oval alargada con ojos profundos, piel roja y carne amarilla pálida.
Muy buena calidad.
Maduración semitardia.
http://www.magrama.gob.es/app/MaterialVegetal/fichaMaterialVegetal.aspx?idFicha=3096

sábado, 8 de marzo de 2014

HISTORIA DE AMOR DE UNA PATATA

Había una vez una patata -una vulgar patata como la que vemos todos los días-, pero llena de ambición. El sueño de su vida era convertirse en una patata frita. Y eso es lo que probablemente le habría pasado si el niño de la casa no la hubiera robado de la cocina.
Cuando estuvo en su habitación con el fruto de su robo, el niño sacó un cuchillo de su bolsillo y se puso a esculpir la patata. Comenzó por hacerle dos ojos, y la patata pudo ver. Después le hizo dos orejas, y la patata pudo oír. Al final, le hizo una boca, y la patata pudo hablar. A continuación, le hizo mirarse al espejo diciéndole:
-¡Mira que bella eres!
-¡Qué horror! -contesto la patata-, no soy bella en absoluto. ¡Me parezco a una persona! ¡Yo era mucho mejor antes!
-¡Bueno, vale! -dijo el niño, molesto-.
Puesto que te lo tomas así...
Y la tiró al cubo de basura.
Por la mañana temprano vaciaron el cubo, y ese mismo día la patata se encontró en un gran montón de basura, en pleno campo.
-¡Bonito país! -dijo-, ¡y muy frecuentado! Hay aquí cantidad de gente interesante... ¡Mira! ¿Quién es esa que se parece a una sartén?
Era una vieja guitarra, medio rota, que no tenía más que dos cuerdas.
- Buenos días, señora -dijo la patata-.
Me parece, al verla, que es usted alguien muy distinguida, ¡porque se parece muchísimo a una sartén!
- Es usted muy amable -dijo la guitarra-. Yo no sé lo que es una sartén, pero se lo agradezco de todas maneras. Es verdad que no soy una cualquiera. Me llamo guitarra, ¿y  usted?
- Yo me llamo patata, pero puede llamarme "papa", porque desde hoy la considero como amiga íntima. Yo había sido elegida, a causa de mi belleza, para convertirme en patata frita, y lo hubiera sido, si por desgracia, el niño de la casa no me hubiera robado. Peor todavía, después de haberme robado, el mal bicho me ha desfigurado por completo haciéndome dos ojos, dos orejas y una boca...
Y la patata se puso a gimotear.
- Vamos, no llore -dijo la guitarra-. Está usted todavía muy bien. Y además, eso le permite hablar...
-Eso es verdad -reconoció la patata-. Es un gran consuelo. En fin, para acabar, cuando ví lo que el pequeño monstruo había hecho conmigo, monté en cólera, le quité su cuchillo de las manos, le corté la nariz y me escapé.
- Ha hecho muy bien -contesto la guitarra.
-¿A que si? -dijo la patata-. Pero, por cierto, ¿cómo ha llegado usted aquí?
- Durante largos años -contestó la guitarra-, he sido la mejor amiga de un apuesto joven que me amaba tiernamente. Se inclinaba sobre mí, me cogía en sus brazos, me acariciaba, me daba golpecitos cariñosos, me rascaba suavemente el vientre cantándome bonitas canciones... -La guitarra suspiró, después su voz se hizo desagradable y continuó-: Un día, volvió con una extranjera. Una guitarra también, pero de metal, y pesada, y vulgar, ¡y tan bruta!
Ella me ha quitado a mi amigo ¡y le ha embrujado! ¡Estoy segura de que él no la quería! Cuando la cogía, no era para cantarle tiernas canciones, ¡no! Se ponía a arañarla furiosamente, lanzando gritos salvajes, se revolcaba por el suelo con ella,, ¡parecía que se peleaban! Además, ¡él no tenía confianza en ella! ¡La mejor prueba de ello era que la tenía atada con una correa!
En realidad, el joven apuesto había comprado una guitarra eléctrica, y lo que la guitarra había tomado por una correa, era el cable que la conectaba a la corriente.
- En fin, el caso es que me lo ha robado.
Al cabo de algunos días, él no tenía ojos más que para ella, no tenía ni una mirada para mí. Y yo, cuando ví eso, preferí partit...
La guitarra mentía. No se había marchado por su propia voluntad: era su dueño el que la había tirado. Pero esto, ella no lo habría contado jamás.
De todas maneras, la patata no había entendido nada.
-¡ Qué bonito! -dijo-, ¡Qué conmovedor! ¡Su historia me enternece! ¡Sabía que nosotras estábamos hechas para comprendernos! Además, cuanto más la miro, ¡Más encuentro que se parece a una sartén!
Pero mientras hablaban así, un vagabundo que pasaba por el camino las oyó, se paró y escuchó.
- Eso, ¡eso no es corriente! -pensó-.
¡Una vieja guitarra que cuenta su vida a una vieja patata, y la patata que le contesta! ¡Si sé aprovecharlo, mi fortuna está hecha!
Fue al descampado, agarró la patata y se la metió en el bolsillo, luego se apoderó de la guitarra y se fue a la ciudad cercana.
En aquella ciudad había una gran plaza, y en aquella gran plaza había un circo. El vagabundo fue a llamar a la puerta del director.
- ¡Señor director1 ¡Señor director!
-  ¡Eh! ¿Qué? ¡Pare!¿Qué quiere usted?
El vagabundo entró en el remolque.
- Señor director, ¡tengo una guitarra que habla!
- ¿Cómo? ¿Guitarra que habla?
- ¡Sí, sí, señor director! ¡ Y una patata que contesta!
- Pero ¡bueno! ¿Qué es esa historia? ¿Está usted borracho, amigo?
-¡No,no! ¡Yo no estoy borracho! ¡Escúcheme solamente!
El vagabundo puso la guitarra sobre la mesa, después sacó la patata del bolsillo y la puso junto a ella.
- Venga, adelante. ¡Hablar las dos!
Silencio.
- Pero ¡os digo que habléis!
Siempre silencio. El director se puso colorado.
- Dígame, amigo, ¿ha venido a tomarme el pelo?
- ¡No, señor director! Se lo aseguro, ellas hablan, ¡las dos! En este momento están cabezotas a propósito para fastidiarme, pero...
- ¡Fuera!
- Pero cuando ellas están solas...
- ¡Fuera le he dicho!... Pero ¡cómo! ¿No ha salido todavía? Está bien, ¡voy a sacarle yo mismo!
El director tomó al vagabundo por el trasero del pantalón y, ¡zas!, lo echó fuera. Pero en ese momento oyó detrás de él una gran carcajada. Era la patata que, no pudiendo más, decía a la guitarra:
- ¡Eh! ¿Crees que le hemos engañada? ¡Ji, ji, ji!
- ¡Y vaya si nos hemos burlado de él! - contestó la guitarra-. ¡Ja, ja, ja!
El director se volvió.
-Entonces, ¡era verdad! ¡Habláis las dos!
Silencio.
- Vamos -continuó el director-. es inútil que os calléis ahora. Eso ya no sirve de nada: ¡yo os he oido!
Silencio.
- ¡Qué pena! - dijo el director con aire de astuto-. ¡ Yo que tenía una buena proposición que haceros!... ¡Una proposición artística!
- ¿Artística? - dijo la guitarra.
- ¡Calla, hombre! - dijo la patata.
- Pero ¡eso del arte me interesa!
- ¡Ya era hora! - dijo el director-. Veo que sois razonables. Pues sí, trabajaréis las dos. Vais a convertiros en artistas.
- A mí me gustaría más convertirme en patata frita - objetó la patata.
- ¿Frita usted? ¡Con su talento! ¡Eso sería un crimen! ¿Prefiere usted ser comida a convertirse en artista?
- ¿Por qué comida? ¿Es que las patatas fritas se comen? - preguntó la patata.
- ¡Claro que se comen? ¿ Para qué, si no, cree usted que se hacen?
- ¿Si? ¡No lo sabía! -dijo la patata-. Si es así, de acuerdo. Prefiero convertirme en artista.
Ocho días más tarde, por toda la ciudad se podían ver grandes carteles amarillos en los que estaba escrito:

GRAN CIRCO TRUC-MACHIN
¡Sus payasos! ¡Sus acróbatas"
¡Sus caballistas! ¡Sus equilibristas!
¡Sus tigres, sus caballos, sus elefantes,
sus pulgas!
Y en gran estreno mundial:
¡AGATHA, la patata sabia,
y FLAMENCA, la guitarra que toca sola!

El día del estreno hubo mucha gente, pues nadie en el país había visto una cosa parecida.
Cuando les tocó el turno de entrar en la pista, la patata y la guitarra avanzaron airosamente, mientras la orquesta tocaba una marcha militar. Para empezar, la patata misma anunció el número. Después, la guitarra sola tocó una pieza difícil; luego la patata cantó acompañada por la guitarra, que entonaba la segunda voz, tocando además.
A continuación, la patata hizo como si cantara mal y la guitarra simuló regañarla. La patata hizo como si se enfadara, y las dos fingieron enfadarse, con gran alegria del público. Por fin, aparentaron reconciliarse y cantaron juntas al final.
Resultó un éxito enorme. La actuación fue retransmitida por la radio y la televisión, de manera que se habló de ello en el mundo entero. El sultán de Petauschnock, que lo vio en el periódico, subió el mismo día en su avión particular y fue a ver al director del circo.
- Buenos días, señor director.
- Buenos días, señor sultán. ¿Qué puedo hacer por usted?
- Quiero casarme con la patata.
- ¿La patata? Pero, vamos, ¡no es una persona!
- Entonces se la compro.
- Pero no es una cosa tampoco... Habla, canta...
- Entonces, ¡se la quito!
- ¡No tiene derecho!...
- ¡Tengo derecho a todo porque tengo mucho dinero!
El director comprendió que era mejor hacer trampa.
- Me da mucha pena -dijo lloriqueando-. A esta patata la quiero, me he encariñado con ella...
- ¡Cómo os comprendo! - dijo el sultán, ligeramente irónico-. En este caso, ¡os la compro por un vagón de diamantes!
- ¿Uno solo? -preguntó el director.
- Dos, ¡si usted quiere!
El director se enjugó una lágrima, se sonó ruidosamente y después añadió con voz temblorosa:
Me parece que si llegarais hasta tres...
- Tres, ¡y no hablemos más!
Al día siguiente, el sultán volvía a su sultanato llevando la patata, y también la guitarra, pues las dos viejas amigas no querían separarse. Aquella semana, una gran revista parisiense publicó la foto de la nueva pareja con este gran titular:

                             NOS  QUEREMOS

Durante las semanas siguientes, la misma revista publicó otras fotografías con títulos ligeramente diferentes. Fueron, sucesivamente:

¿Osará el Parlamento impedirlo?
¿Va a romperse el corazón de la patata?
La patata nos dice llorando: ¡Esto no puede durar!
La guitarra nos dice: ¡Prefiero irme!
¡Y, sin embargo, se quieren!
El amor, más fuerte que todo.

Con este último título fueron publicadas las fotos de la boda. La semana siguiente, los periódicos hablaban de otra cosa, y hoy todo el mundo lo ha olvidado.

                                              FIN